La realidad del juego ante Belice

Tal vez suene a excusa, pero el juego de la selección mexicana ante Belice, se veía difícil, desde el momento en el que rodó la pelota.

Ellos jugaron su partido, que era básicamente tirarse atrás y esperar recibir la menor cantidad de goles que fuera posible. Su estrategia funcionó por cerca de 60 minutos pero no tenían el fondo físico necesario para hacer los recorridos que requerían y terminaron por ceder ante ls constantes toques mexicanos y el calor de Houston.

No cabe duda que una selección mexicana debía de haberle metido más goles a una selección repleta de jugadores amateur. Pero aunque los aficionados quieran ver más goles, a veces es difícil hacerles entender que los de enfrente también juegan, se barren y patean la pelota. La superioridad de México no se notó en los goles anotados, sino en las pocas veces que Oswaldo tocó la pelota.

Estoy seguro de que se va a ganar la eliminatoria y que el partido de vuelta va a ser sencillo. Quien crea que este 2 - 0 es cuestión de alarma, debería de trabajar en un periodico amarillista. No se puede comparar tampoco con el rival de Estados Unidos en el que caminando le anotó 8 goles a Bahamas, puesto que el rival es de mucha menor jerarquía que Belize.

Sólo puede errar el que intenta, y si no se metieron más goles es por que la estrategia falló, lo cuál es entendible, dada la limitada experiencia y capacidad de Chucho Ramírez (con todo respeto). Sin embargo creo que esto quiere decir que lo mejor de la selección está por llegar.